Primera
  aproximación al concepto de
  innovación 
  
- 
      Hablar de innovación supone, en primer lugar,
      la necesidad de establecer con claridad los diversos
      significados que se dan al término y su
      relación con conceptos como el de cambio y
      el de mejora que, en muchas ocasiones se utilizan como
      sinónimos, pero que no son tales, aunque su
      significado pueda estar estrechamente vinculado con la
      innovación.
 Con base en la etimología del término,
      se puede hablar de innovación en el sentido de la mera
      introducción de algo nuevo y diferente;
      sin embargo, este significado, deja abierta la posibilidad de
      que ese "algo nuevo" sea o no, motivo de una mejora; tan
      nuevo sería un método que facilita la mejora de la
      comprensión lectora, como uno que la
      inhibe.
 Algunas veces, el término innovación
      es utilizado para designar una mejora con relación a
      métodos, materiales, formas de trabajo,
      etc., utilizados con anterioridad, pero la mejora por
      sí sola puede, o no, ser innovación; por
      ejemplo, un método puede mejorar porque se aplica con
      más conocimiento de causa o con más
      experiencia, y en este caso no hay una innovación,
      mientras que si el método mejora por la
      introducción de elementos nuevos, la mejoría
      puede ser asociada entonces a una
      innovación.
 Así, una primer aproximación al
      concepto de innovación puede ser el de
      "introducción de algo nuevo que produce mejora"
      (Moreno, 1995; parr. 6).
 Un análisis más detallado se tiene
      que realizar para examinar la relación entre
      innovación y cambio. Si se establece que la
      innovación significa la introducción de algo
      nuevo que produce mejora, el hecho de pasar de lo que se
      tenía antes, a un estado de
      mejoría, supone la presencia de un cambio. Sin
      embargo, no puede afirmarse que todo cambio sea una
      innovación, un cambio puede ocurrir incluso de manera
      no deliberada como consecuencia de la intervención de
      múltiples factores en una situación
      determinada.
 Así, puede establecerse que la
      innovación es algo más planeado, más
      deliberado, más sistematizado y más obra de
      nuestro deseo que el cambio, el cual es generalmente
      más espontáneo.
 Aún coincidiendo en que el término
      innovación esté asociado al significado de la
      introducción de algo nuevo que produce mejora, y que
      por lo tanto trae consigo un cambio, surge luego la
      discusión de qué será entendido por
      "nuevo". En un sentido estricto, lo nuevo es asociado a lo
      que nunca antes había sido inventado, conocido o
      realizado, que se genera, se instituye o se presenta por
      primera vez; utilizando este significado de lo nuevo, las
      innovaciones serían realmente escasas o raras, no es
      común que surja algo nuevo en el sentido antes
      mencionado.
 La reflexión anterior conduce al
      planteamiento de lo nuevo en otra dimensión, asociado
      sobre todo a formas o maneras nuevas de hacer o utilizar
      algo. En este sentido, se admite como nuevo algo que ya ha
      sido conocido o utilizado en otros tiempos o situaciones,
      pero que ahora se utiliza en nuevas circunstancias, con
      diferentes finalidades, en diversas combinaciones o formas de
      organización, etc.
 Los planteamientos anteriores permiten una plena
      coincidencia con la definición que Richland (citado
      por Moreno, 1995) da de innovación: "la
      innovación es la selección, organización y
      utilización creativas de recursos
      humanos y materiales de maneras nuevas y propias que den
      como resultado la conquista de un nivel más alto con
      respecto a las metas y objetivos
      previamente marcados" (parr. 11)
 .El hecho de que en la definición de
      innovación que se acaba de citar se hable de la
      conquista de un nivel más alto con respecto a ciertos
      objetivos, alude a una característica que, en la
      innovación educativa, resulta fundamental: las
      innovaciones tienen que ser evaluadas y sólo pueden
      valorarse en relación con las metas y objetivos de un
      determinado sistema
      educativo, no son transferibles, sin más, de un
      sistema a
      otro.
 Por otra parte, una innovación para ser
      considerada como tal, necesita ser duradera, tener un alto
      índice de utilización y estar relacionada con
      mejoras sustanciales de la práctica profesional,
      esto establecerá la diferencia entre simples novedades
      (cambios superficiales) y la auténtica
      innovación.
 
- Cambio, mejora e innovación.
- Reforma e innovación.
Desde un punto de vista estrictamente
  terminológico, las diferencias entre innovación y
  reforma no son demasiado precisas, lo que conduce a que en la
  mayoría de las ocasiones se les use como sinónimos,
  ya que la innovación y la reforma son conceptos que se
  relacionan con un orden de cosas preexistentes e implican la
  oportunidad de un cambio.
Esta situación obliga a reconocer que la
  "innovación y reforma educativa son, por lo menos en
  
teoría,
  dos conceptos extremadamente relacionados. Aún así,
  en la práctica son a menudo conceptos, más que
  interrelacionados, contrapuestos" (Pedro y Puig, 1999;
  p.39).
En ese sentido vale la pena recordar que la
  innovación está más vinculada a la práctica
  profesional de lo que lo está la reforma y por lo
  tanto la interpela con mayor 
fuerza.
El concepto de innovación implica el cambio, pero
  mediado por tres condiciones:
- El cambio debe de ser consciente y deseado, por lo
      que se constituye en el resultado de una voluntad decidida y
      deliberada.
- El cambio es producto
      de un proceso,
      con fases establecidas y tiempos variables.
- El cambio no modifica substancialmente la
      práctica profesional, esto es, el cambio se da dentro
      de los límites admisibles por la
      legislación y el status quo establecido.
Por su parte la reforma implica un cambio del sistema en
  su conjunto; un cambio estructural que impacta lo curricular y
  las condiciones en que se ofrece un 
servicio.
Las reformas solamente se pueden presentar precedidas
  por una 
acción
  política y
  su consecuente marco legal, ya que el cambio impacta
  substancialmente al 
sistema educativo.
Estas diferencias entre innovación y reforma
  quedan mejor ilustradas si se observan las dimensiones
  constitutivas de cada una:
Para ver la tabla seleccione la
  opción "Descargar" del menú superior
Estas dimensiones permiten sustentar las afirmaciones
  anteriores en el sentido de que la reforma educativa es de
  
carácter estructural y sus cambios son
  substanciales, mientras que 
la innovación educativa
  implica cambios en la práctica profesional esencialmente y
  no son substancialmente importantes para el sistema educativo en
  su conjunto.
Modelos de la
  innovación desde una perspectiva
  procesual
La innovación puede ser caracterizada como un
  proceso intencional y sistemático, sin embargo,
  éste puede ocurrir de diversas maneras; en ese sentido los
  teóricos de la innovación han realizado cuidadosos
  análisis de experiencias de innovación ya
  ocurridas, identificando, a partir de estas, tres 
modelos de
  proceso (Huberman, 1973 y Havelock y Huberman, 1980):
- Modelo de investigación y
    desarrollo
- Modelo de interacción
    social
- Modelo de resolución de problemas.
El 
modelo de investigación y desarrollo ve el
  proceso como una secuencia racional de fases, por la cual una
  invención se descubre, se desarrolla, se produce y se
  disemina entre el usuario o 
consumidor. La
  innovación no se analiza desde el punto de vista del
  usuario, quien se supone que es pasivo; ni tampoco la
  investigación comienza como un conjunto de respuestas
  exactas a problemas humanos específicos, sino como un
  conjunto de 
datos y 
teorías
  que son luego transformados en ideas para 
productos y
  
servicios
  útiles en la fase de 
desarrollo.
  El
  conocimiento se produce, por último, masivamente, y se
  procura por todos los 
medios
  difundirlo entre aquellos a los que pueda ser de 
utilidad.
El proceso se concreta así, en etapas que van del
  conocimiento
  científico básico, a su transformación
  en investigación aplicada y desarrollo, que a su vez es
  transformada en conocimiento práctico y que finalmente se
  transforma en las aplicaciones que le da el usuario.
Este 
modelo
  presenta pues, un enfoque lógico y racional de la
  innovación; como tal está sustentado en diversos
  supuestos, algunos de los cuales son cuestionables, dado
  que:
— Muchas innovaciones no ocurren como producto
  final de un cuidadoso proceso de 
planificación que conduzca de la
  teoría a la práctica.
— La innovación no siempre es generada por
  expertos que saben lo que hay que hacer para "recetarlo" a
  quienes ejercen las diferentes prácticas educativas.
A pesar de estos argumentos que cuestionan la esencia de este
  modelo, es necesario reconocer que sí ha ocurrido que
  algunas innovaciones valiosas hayan surgido por una vía
  como la propuesta en este modelo.
En el 
modelo de interacción social, se hace
  hincapié en el aspecto de difusión de la
  innovación, en el 
movimiento de
  mensajes de 
individuo a
  individuo y de sistema a sistema; se subraya la importancia de
  las 
redes
  interpersonales de 
información, de 
liderazgo, de
  opinión, de contacto 
personal y de
  
integración social. La idea general es la
  de que cada miembro del sistema recorra el ciclo o tome 
conciencia
  mediante un proceso de 
comunicación
  social con sus compañeros. En algunos 
sistemas, la
  forma que adopta esta 
estrategia
  consiste, por ejemplo, en convencer a un 
profesor,
  directivo o 
administrador
  respetados, de la utilidad de las nuevas prácticas o
  
procedimientos, y en facilitar el proceso mediante
  el cual otros profesores puedan ponerse en contacto con aquella
  
persona que ya
  esté utilizando la innovación.
En este modelo, la unidad de análisis es el
  receptor individual, se centra la 
atención en la 
percepción
  por parte del receptor del conocimiento exterior, y en su
  respuesta al mismo. Los estudios realizados en esta área
  concreta han revelado que el medio más eficaz para la
  difusión de una innovación es la interacción
  entre miembros del 
grupo
  adoptante. En general, los investigadores concentran sus
  esfuerzos en una innovación presentada bajo forma concreta
  y difundible (un 
libro de
  
texto, un
  material didáctico, un 
procedimiento
  para facilitar 
el aprendizaje,
  etc.) y siguen su pista a través del grupo social de los
  adoptadores; en particular, realizan un estudio de los efectos de
  la 
estructura
  social y de las relaciones sociales, sobre las innovaciones y
  su desarrollo.
Los investigadores de este modelo han identificado con
  precisión la forma en que la mayoría de los
  individuos pasa por un proceso de 
adopción
  de la innovación:
- La toma de conciencia, en la que el individuo
    se ve expuesto a la innovación, pero carece de
    información completa sobre ella.
- El interés, fase en la que el individuo
    busca información sobre la innovación, pero
    todavía no ha juzgado su utilidad con respecto a su
    propia situación.
- La evaluación, en la que el individuo
    hace un examen mental de lo que supondrá en su momento y
    en el futuro la aplicación de la innovación y
    decide si la va a experimentar o no.
- El ensayo, en el que el individuo, si su
    examen mental resultó favorable, aplica la
    innovación a escala limitada
    para descubrir si, en su situación, tiene una utilidad
    real.
- La adopción, en esta fase, los
    resultados del ensayo de la
    innovación, o incluso alguna modificación de la
    misma, analizados con detenimiento, servirán para
    determinar si finalmente se toma la decisión de adoptar
    o rechazar la innovación.
Como se habrá notado, el énfasis en este
  modelo no está en la fuente de donde surgió la
  innovación, sino en el proceso de difusión de la
  misma.
La principal 
crítica
  que se hace al modelo de interacción social es la de que
  fácilmente puede convertirse en un modelo manipulador al
  perder de vista, en el afán de difundir la
  innovación eficazmente, las necesidades o circunstancias
  reales del usuario, o la posibilidad de que la innovación
  misma carezca de sentido o pueda resultar perjudicial.
El 
modelo de resolución de problemas tiene
  como centro al usuario de la innovación. Parte del
  supuesto de que éste tiene una necesidad definida y de que
  la innovación va a satisfacerla. En consecuencia, el
  proceso va desde el problema al 
diagnóstico, luego a una prueba y
  finalmente a la adopción. Con frecuencia es necesaria la
  intervención de un agente externo de cambio que aconseje a
  los individuos sobre posibles 
soluciones y
  sobre 
estrategias de
  puesta en vigor, pero lo que se considera principal es la
  colaboración centrada en el usuario de la
  innovación y no en la manipulación desde fuera. Es
  pues un enfoque participativo.
Las características básicas del enfoque o
  método de resolución de problemas pueden
  sintetizarse en los cinco puntos siguientes:
- El usuario constituye el punto de
    partida.
- El diagnóstico precede a la
    identificación de soluciones.
- La ayuda del exterior no asume un papel de dirección, sino de asesoría y
    orientación.
- Se reconoce la importancia de los recursos
    internos para la solución de los problemas.
- Se asume que el cambio más sólido es el
    que inicia e interioriza el propio
    usuario.   
 Quizá la principal bondad del modelo de
  resolución de problemas sea precisamente su enfoque
  participativo y su 
interés en
  que las innovaciones respondan a las necesidades reales de los
  usuarios y sean generadas por éstos.
Elementos para una teoría de la
  innovación
El término de innovación es ampliamente
  utilizado en el ámbito educativo pero no siempre que se
  habla de innovación se está haciendo referencia a
  lo mismo. En relación con el término mismo se
  encuentran diferentes denominaciones; algunos autores utilizan
  simplemente el de innovación, mientras que otros emplean
  términos como innovaciones educacionales, innovaciones en
  
educación,
  innovaciones educativas o innovaciones con efecto educativo,
  siendo el más utilizado el de innovación educativa
  (Blanco y Messina, 2000).
El hecho de que un término sea el más
  utilizado, no lo hace el más claro, en ese sentido Blanco
  y Messina (2000) reconocen que el primer problema al que se
  enfrentaron al elaborar 
el estado del
  
arte sobre la
  innovación educativa en 
América
  Latina fue el que tiene que ver con el concepto mismo de
  innovación y con la falta de un marco
  teórico suficientemente desarrollado y compartido que
  permita identificar qué es o no innovador.
Esta afirmación, que ilustra y sintetiza el
  estado del arte sobre la innovación educativa, queda
  confirmada cuando se observa que los principales estudios sobre
  la innovación educativa han procedido bajo una 
lógica
  inductiva, esto es, se analizan las experiencias que se han
  realizado y sobre ellas se teoriza (v.gr. Huberman, 1973;
  Havelock y Huberman, 1980; Sancho, Hernández, Carbonell,
  Sánchez-Cortés y Simo (1993); Parra,
  Castañeda, Camargo y Tedesco (1997); Blanco y Messina,
  2000; etc.). Estas teorizaciones son utilizadas recurrentemente
  en las discusiones conceptuales y prácticas que se
  desarrollan alrededor del término "innovación
  educativa", al grado de que algunos autores han llegado a
  acuñar el término "teoría de la
  innovación" para referirse a los aportes de estos
  autores.
En sentido estricto, es menester reconocer que no se
  cuenta con los elementos suficientes para hablar de una
  Teoría de la Innovación, pero el uso de dicho
  término es pertinente, si se considera remite a un campo
  de estudio en proceso de 
construcción donde los encuentros son
  más frecuentes que los desencuentros. Esta pertinencia lo
  convierte en utilizable para la elaboración de la presente
  investigación.
Los 
principios
  explicativos que definirían la "Teoría de la
  Innovación" y que se tomarán como base para la
  presente investigación son los siguientes:
  - Las innovaciones son definidas como 
procesos de
  resolución de problemas.
  - Una buena innovación es aquella que logra
  integrarse con otros componentes del proceso educativo o
  pedagógico con los cuales necesariamente interactúa
  y se complementa para lograr frentes más amplios de
  mejoramiento de la 
calidad, de la
  cobertura, y la 
eficiencia.
  - La diferencia central entre innovación y cambio
  radica en que la primera se planifica, situación que
  aumenta las probabilidades de lograr el cambio
  deseado.
  - Cuando más ambiciosos son los cambios, menos
  posibilidad de lograrlos o más 
exposición
  al fracaso.
  - Entre los factores estratégicos más
  importantes para que la innovación se realice, se destacan
  la resolución de problemas con participación local
  y la receptividad en 
materia de
  aportaciones.
  - Si bien la innovación se caracteriza por su
  complejidad, es posible identificar algunos elementos que definen
  a un sistema innovador, tales como surgir desde el profesorado,
  poner en 
conflicto las
  creencias de los 
docentes y
  plantear otra forma de enseñar y aprender.
  - Un sistema innovador sigue la dirección de
  "abajo-arriba", las propuestas de cambio son presentadas como
  
hipótesis, las contradicciones son asumidas
  como parte de la 
historia y la experiencia
  está abierta al contraste con otros colectivos de
  profesores.
  - Las innovaciones se caracterizan por una diversidad de
  formas, modalidades y alcances e implican tanto cambios en las
  actividades como en las 
actitudes.
  - Los principales obstáculos identificados son la
  
centralización excesiva, la posición
  defensiva del personal docente, la ausencia de un agente de
  cambio, el enlace insuficiente entre teoría y
  práctica y la falta de conocimientos acerca de los
  procesos educativos por parte de padres, funcionarios locales y
  funcionarios administrativos del campo de la
  educación.
  - Existen seis tipos de cambio: sustitución,
  alteración, adición, reestructuración,
  eliminación y reforzamiento.
  - Existen tres modelos para comprender el cambio en
  educación, el modelo de "investigación y
  desarrollo", el modelo de "interacción social" y el modelo
  de "solución de problemas".
  - En los sistemas descentralizados se deja un mayor
  margen de iniciativa a las personas, mientras que en los sistemas
  centralizados existe más tendencia a la imposición
  de las innovaciones.
  - Si las innovaciones entran en contradicción con
  
los valores de
  las personas tienen pocas posibilidades de 
éxito.
  - Es necesario apoyar institucionalmente a los
  innovadores y, para ello, se debe trabajar en 
torno a tres
  dimensiones: a) la autonomía institucional
  acompañada de la creación de redes y de servicios
  centrales de apoyo; b) la 
profesionalización de los docentes; y c)
  una política.
Ámbitos de la innovación
  educativa
La definición de los ámbitos a tomar en
  consideración para procesos de innovación puede ser
  abordadas bajo diferentes perspectivas: desde las perspectivas
  reduccionistas que centran su atención exclusivamente en
  el proceso de 
enseñanza (Morrís, 1978, Blanco y
  Messina, 2000 y Libedisnski 2001) hasta la perspectivas
  más comprehensivas e integradoras que intentan recuperar
  diferentes ámbitos para la innovación educativa
  (Rivas, 1983 y ANUIES, 2003).
Para la elaboración del presente trabajo se
  decidió tomar como base la estructura
  analítica propuesta por la Asociación Nacional de
  Universidades e 
Instituciones
  de Educación
  Superior (ANUIES) (2003) que precisa cinco ámbitos de
  innovación: 1) planes y 
programas de
  estudio, 2) proceso educativo, 3) uso de tecnologías de
  información y comunicación, 4) modalidades alternativas
  para el 
aprendizaje y 5)
  
gobierno
  dirección y 
gestión.
- Planes y programas de estudio
La innovación educativa en esta dimensión
  tiene como 
objetivo
  central la formación integral del estudiante,
  formación que Involucra todas las dimensiones, no
  sólo la intelectual: Conocimientos, Habilidades,
  Actitudes y 
valores.
Para el logro de estos objetivos se plantea como
  estrategia central la flexibilidad curricular, sea a nivel
  de contenido y modalidad,  de 
tiempo y
  secuencia y/o de espacios.
Esta estrategia deriva en una serie de ventajas para la
  institución:
- Eleva la calidad, amplía la diversidad y
    mantiene actualizada la oferta.
- Ha probado su eficacia para
    abatir la reprobación y la deserción.
- Exige modelos administrativos ágiles y
    eficientes.
- Propicia el diseño de reglas para la movilidad, el
    intercambio y la internacionalización de profesores y
    estudiantes. 
Esta dimensión en términos operativos se
  concreta en los siguientes 
indicadores:
- Fundamentación diagnóstica de
    calidad. 
- Criterios orientadores para la
    innovación. 
- Tutorías. 
- Nuevos modelos de evaluación, acreditación y
    certificación de competencias. 
- Nuevos modelos de aprendizaje a través de
    nuevas
    tecnologías. 
- proceso educativo
La dimensión proceso educativo se concreta en los
  siguientes rubros: el proceso de aprendizaje, el proceso de
  enseñanza, formación
  docente y recursos y materiales de aprendizaje.
La innovación del aprendizaje implica diversos
  aspectos que conducen a la búsqueda de un
  aprendizaje: significativo, autogestivo, integral y
  metacognitivo.
El aprendizaje visto bajo esta 
óptica
  constituye el núcleo central de la propuesta cognitiva del
  aprender a aprender.
La innovación en la enseñanza significa
  acompañamiento, mediación y coparticipación
  en la construcción de conocimiento.
Esto concepción remite a la enseñanza
  como:
- Un proceso planificado.
- Una construcción conjunta.
- Una tarea creativa.
- Una práctica sujeta al
     aprendizaje.
Paralelamente a la innovación en estos dos
  rubros, y como condición determinante para su
  concreción, las Instituciones de 
Educación Superior
  deben institucionalizar: la 
formación docente para la
  innovación, la elaboración de materiales y medios
   didácticos y la generación de modelos de
  diseño  didáctico
  (flexibles).
c) Uso de tecnologías de información y
  comunicación
Para ver el gráfico seleccione la
  opción "Descargar" del menú superior
d) Modalidades alternativas para el
  aprendizaje
El aprendizaje que se desarrolla actualmente en la
  inmensa mayoría de las instituciones educativas presenta,
  hasta este momento, las siguientes
  características:
- Un currículo rígido.
- Un lugar para trabajar, que es el salón de
    clases.
- Un tiempo establecido para el aprendizaje de
    carácter fijo y predeterminado.
- Una docencia
    excesiva, obligatoria y asignada por la institución, y
    sobre todo.
- Un grupo escolar tradicional que determina los mismos
    compañeros de estudio.
Plantear un modelo alternativo para el aprendizaje,
  implica un modelo con las siguientes
  características:
- Un currículo flexible y con materias
    optativas.
- Una movilidad del estudiante y por ende del
    conocimiento que se genera,
- La diversificación de ambientes de
    aprendizajes.
- La adecuación de la educación a los
    ritmos, condiciones y procesos de aprendizaje de los
    alumnos.
- Una docencia optativa como apoyo al
    aprendizaje.
- En síntesis, una comunidad de
    aprendizaje que se desarrolle en ambientes
    diversos.
e) Gobierno, dirección y
  gestión.
La gestión institucional presenta en la
  actualidad una serie de retos, entre los que destacan la
  confusión en la conceptualización y en la
  ejecución de las 
acciones de
  gobierno, dirección y gestión,
La 
actitud pasiva
  y respuesta acrítica en la implementación de las
  
políticas y sus programas y la
legislación rígida.
Ante estos retos la transformación de la
  gestión institucional debe descansar sobre cuatro
  ejes:
1.- Estudio de experiencias con propósitos de
  aprendizajes y lecciones.
2.- 
Capacitación del personal.
3.- Trayectoria de actores y sus formas de
  actuación.
4.- Flexibilización de la legislación
  universitaria.
Formación
  docente e innovación educativa
Una vez definida la innovación educativa,
  establecidos sus modelos desde una perspectiva procesual,
  planteados los elementos pertinentes para una Teoría de la
  Innovación Educativa y definidos los ámbitos de la
  innovación educativa queda pendiente determinar el proceso
  a través del cual la innovación educativa puede
  tener un impacto real en la educación, siendo este proceso
  el de formación docente.
La formación docente y la innovación
  educativa pueden ser articulados bajo dos líneas de
  discusión: la relación
  teoría-práctica y la innovación
  curricular.
La formación docente y la innovación
  educativa son dos conceptos y campos que se implican, ya que la
  innovar supone la construcción de nuevos aprendizajes, que
  a su vez representan el desarrollo de procesos formativos
  (Calderón, 1999).
En ese sentido, los procesos generados por la
  innovación y que se traducen en 
proyectos de
  mejoramiento para las acciones educativas conducen
  progresivamente a la interrelación de la teoría y
  la práctica.
Esta interrelación entre teoría y
  práctica es lo que se conoce como la 
praxis
  educativa, que a su vez, constituye el objeto de cambio de la
  innovación.
Los procesos de innovación son capaces de generar
  nuevos conocimientos (saber didáctico profesional) y
  están mediados por procesos de sistematización
  (investigación de, para y en la acción) que
  representan en gran medida la condición sine qua non de
  los procesos formativos.
En la segunda línea de discusión, se
  considera que la relación entre innovación y
  formación se articula bajo el concepto de
  innovación curricular (1984) que se concreta en dos
  ámbitos de intervención:
1.- Las propuestas didácticas de los maestros
    que se consideran novedosas y oportunas para mejorar la
    práctica docente a través de métodos y
    
técnicas, elaboración de
    materiales didácticos complementarios,
    reorganización del tiempo y espacio educativo, 
empleo de
    
nuevas tecnologías.
2.- La experimentación curricular, es decir,
    que los maestros introduzcan modificaciones a los diversos
    contenidos de las materias o áreas de conocimiento del
    currículo formal para adecuarlos a las necesidades,
    intereses y contexto específico de los alumnos, ya sea a
    través del diseño de unidades didácticas,
    
mapas,
    tramas o de estrategias integrativas que favorezcan el logro de
    los aprendizajes significativos. (Calderón, 1999; p.
    43)
La innovación en estos campos conducirá
  ineludiblemente a procesos formativos que pueden ser ubicados en
  el campo de la educación continua y que con una gran
  fuerza impactarán la práctica profesional de los
  docentes.
A manera de cierre se puede afirmar que la
  articulación entre formación e innovación
  está mediada por 
la investigación y significada por
  la innovación curricular, y estos procesos
  facilitarían los procesos de innovación en
  educación lo que constituye el gran reto para lograr un
  cambio en el sistema educativo.
Lista de
  referencias
ANUIES (2003), 
innovación educativa,
  
México,
  Autor.
Blanco R. Y Messina G. (2000), 
Estado del arte sobre
  las innovaciones educativas en América
  Latina, Bogotá, 
Colombia,
  Convenio 
Andrés Bello.
Calderón López Velarde Jaime (1999),
  
Innovación educativa, en la 
revista
  Investigación Educativa, No. 1
Havelock R.G. y Huberman A. M. (1980), Innovación
  y problemas de la educación. Teoría y realidad en
  los países en desarrollo, Ginebra, Suiza,
  UNESCO-OIE.
Huberman, A. M. (1973). 
Cómo se realizan los
  cambios en la educación: una contribución al
  estudio de la innovación. París, 
Francia,
  UNESCO-OIE.
Libedisnki Martha, (2001), 
La innovación en la
  enseñanza, Paidos
Moreno Bayardo María Guadalupe (1995),
  
Investigación e Innovación Educativa,
  Revista la Tarea No. 7, disponible en URL: 
http://www.latarea.com.mx/articu/articu7/bayardo7.htm
Morrísh I. (1978), 
Cambio e innovación
  en la enseñanza, Salamanca, 
España,
  Anaya.
Parra R., Castañeda E., Camargo M. y Tedesco J.
  C. (1997), 
Innovación escolar y cambio social,
  Bogotá, Colombia, Fundación
  FES-FRB-COLCIENCIAS.
Pedro Francesc e Irene Puig (1999), 
Las reformas
  educativas, una perspectiva política y comparada,
  Barcelona, Paidós.
Rivas Navarro M. (1983), 
El comportamiento
  innovador en las instituciones escolares: niveles y factores de
  innovación educativa, 
Madrid,
  España, 
Universidad
  Complutense.
Sancho J. M., Hernández F., Carbonell J.,
  Sánchez-Cortez E. y Simo N. (1993), 
Aprendiendo de las
  innovaciones en los centros. La perspectiva interpretativa de
  investigación aplicada a tres estudios de caso,
  Madrid, España,
  CIDE.
 Arturo Barraza Macías
   
Arturo Barraza Macías
Universidad Pedagógica de Durango